martes, 10 de julio de 2012

El ahorro en los materiales


Entiendo perfectamente que mis clientes intenten ahorrarse dinero en los diferentes materiales que eligen, pero como dice el refrán “lo barato sale caro” en la mayoría de las veces es así.
Tampoco es cuestión de coger el material más caro, pero si es conveniente un mínimo decente de calidad, un SAT (servicio de asistencia técnica) que responda.

Con la proliferación de grandes almacenes que venden de todo en materiales del hogar, es cuando más surgen este tipo de casos.

Un ejemplo:

Un cliente compra un grifo termostático por un precio de 73 € cuando una grifería termostática decente oscila entre los 160, 200 euros.



 
El fontanero se lo instala por 30 € y el cliente cree que ha hecho una buena compra, pero….


 
A los cuatro días como se suele decir se le rompe el grifo, aquí empieza la verdadera odisea, al intentar acceder al servicio técnico este o es inexistente o como si lo fuera, llegado a este punto llama a su amigo el fontanero que intenta arreglarlo pero no lo consigue por que los grandes almacenes hacen grandes pedidos pero no se preocupan de las piezas ni del SAT con lo cual el fontanero le cobra otros 30 euros sin poder arreglarlo. Si el cliente no ha aprendido volverá a por otra de estas “súper ofertas” si ha aprendido la lección se comprara el termostático bueno con lo que ha gastado 160 euros más otros 30 del montaje.







 

Conclusión;
Grifo de “mega oferta”       73
Instalación                         30
Intento de reparación         30
Grifería termostática         160
Instalación                          30
Total                                 323
323 en un tiempo relativamente corto por algo que comprándolo bien de inicio le hubiera supuesto un desembolso de 190. 
El ahorro de no tener un SAT, el ahorro de montar otro tipo de materiales, el ahorro de una mano de obra a veces no completamente especializada, conlleva que el producto no sea de la calidad deseada, solo de precio atractivo.

Constantemente entran en mi tienda comerciales con ofertas atractivas de este tipo de materiales, normalmente fabricados en países asiáticos con unos SAT irrisorios, pero al final nuestros clientes recurren a nosotros con sus problemas y yo deseo ahorrarles esos problemas a  mis clientes.

Creo que en estos tiempos hay que saber comprar a unos precios moderados con una calidad decente y no dejarnos engañar por ofertas atractivas que solo nos acarrearan más gastos.









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